Años atrás, el uso de la tecnología no era tan común dentro de las organizaciones. Con el paso del tiempo, hemos podido observar cómo la tecnología se ha ido implementado progresivamente, tanto en nuestra vida cotidiana como en nuestra vida laboral, con el fin de reducir nuestro esfuerzo de trabajo físico. Para algunos, quizás, esto sea una herramienta mediante la cual sea mucho más fácil desempeñar una profesión y en algunos inclusive la única manera de hacerlo. Mencionando algunos ejemplos, podemos encontrar a los ingenieros en desarrollo de software, programadores, arquitectos, desarrolladores de videojuegos, business intelligence specialist, entre otros.
Ahora bien, para algunas organizaciones, como aquellas que se dedican al servicio de la tecnología, el “Home Office” (Teletrabajo o traducido literalmente como “oficina en casa”) es una modalidad de trabajo que te permite obtener beneficios como ahorrarse el traslado a la oficina, ya que puedes trabajar desde casa, así como no tener la necesidad de rentar un espacio físico. De igual manera, se puede aprovechar más el tiempo personal, pues uno establece sus propios horarios de trabajo y esto pudiera permitir un mayor equilibrio entre el horario laboral y el horario personal, aprovechando el tiempo que sobra para pasar momentos con la familia, momentos de diversión, realizar algún pasatiempo o retomar alguna actividad que habíamos puesto en pausa.
Debido a la situación que vivimos actualmente, ocasionado por la contingencia sanitaria del coronavirus, muchas empresas están mandando a sus colaboradores a trabajar desde casa, es entonces cuando esta modalidad cobra mayor sentido. Algunos no estamos acostumbrados a hacerlo, pues personalmente encuentro la creatividad e inspiración fuera de casa. Sin embargo, hay que adaptarse ante las necesidades de los problemas que nos afectan hoy en día, y hacer más con menos. Mayor eficiencia, mayor productividad, menor cansancio físico, menores distracciones.
Si en este momento estás haciendo Home Office, te recomiendo algunas consideraciones:
1.- Báñate y vístete.
Esto permitirá que no pierdas la rutina y te mentalices para comenzar a trabajar, hay que quitarse la ropa de dormir y ponerse una ropa un poco más formal para que visualices la diferencia entre un día de descanso y un día laboral.
2.- Escoge un espacio libre de distracciones.
Un pequeño escritorio, una silla cómoda (manteniendo una buena postura), de preferencia en un lugar con buena ventilación para que puedas enfocar tu atención lo mayor posible y puedas encontrar la concentración que necesitas.
3.- Cerrar redes sociales para no distraerse.
Algunos encuentran las redes sociales como alivio o relajación durante la jornada laboral, sin embargo, esto puede ser contraproducente ya que puedes caer en la distracción de manera severa y desorganizarte al momento de trabajar.
4.- Aprovecha las nuevas tecnologías.
Es momento para que puedas conocer nuevas aplicaciones, páginas web, nubes para guardar información o respaldar la que ya tienes. Familiarízate y aprovecha las herramientas que tienes al alcance para mejorar la calidad de tu trabajo.
5.- Toma descansos.
Es necesario hacer una pausa de vez en cuando, para que puedas generar más ideas y logres alcanzar la inspiración que necesitas para seguir trabajando.
Ten en cuenta que, si llevas a cabo estas recomendaciones u otra que te permita trabajar de manera más efectiva en el hogar, puedes obtener resultados muy positivos para ti y la empresa donde trabajas. La flexibilidad del Home Office, te abrirá las puertas para que cuentes con esa libertad de trabajar de una manera más autónoma, pero sin dejar a un lado la responsabilidad, el compromiso y la profesionalidad que se debe tener al momento de trabajar.
Y tú… ¿has intentado practicar el Home Office?
Abg. Patricio Alberto Novelo Novelo